2.EL OÍDO
El caballo tiene el oído muy fino debido a la constitución de sus orejas. Gracias a su gran movilidad, puede percibir sonidos provenientes de todas direcciones.
La posición de las orejas del caballo brinda al jinete una valiosa indicación sobre sus intenciones:
-Inclinadas hacia delante, indican que un ruido lo ha alertado y, así como cuando percibe algo por la vista, tiene tendencia a girar la cabeza en dirección en la que ha venido el ruido.
-Si se mueven de forma alternada, es señal de gran atención y de una confianza no menos grande.
-inclinadas hacia atrás es señal renuencia (excepto cuando el caballo corre con gran rapidez, en la llegada de una carrera por ejemplo)
El caballo también es capaz de identificar ciertos sonidos, como el que emite la trompa del cazador. Es por ello que la voz del jinete representa una valiosa ayuda en el adiestramiento; según su entonación, significa aprobación, seguida de una eventual recompensa , o reprobación, seguida de un castigo.
(SENTIDOS OLFATIVO Y GUSTATIVO)
Están también muy desarrollados: si se le añade a su alimento habitual una ínfima cantidad de algún producto oloroso, el caballo no comerá, por eso es tan difícil administrarle medicamentos por vía oral.
Al caballo le gusta mucho el azúcar, las zanahorias, las manzanas, las alcachofas y diversos tubérculos.
Esta glotonería nos permite a los jinetes utilizarlos como recompensa.
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