jueves, 29 de enero de 2015

HISTORIA. Domesticación del caballo y primeros jinetes

Cabría pensar que el capítulo precedente, dedicado al caballo antes de su domesticación, se enmarca en las competencias del naturalista, ya sea biólogo o zoólogo, acostumbrado a trabajar más en el pasado que el presente. Con sus conocimientos ecológicos, estaría capacitado para contemplar al caballo en relación con su medio ambiente y evaluar los efectos que sobre él tuvieron el clima y la vegetación, los que ocasionaría el propio caballo sobre la vegetación, así como sus relaciones con otros seres vivos, ya sean herbívoros(con los que se disputaría los pastos), ya carnívoros (que controlarían la población equina). Estos últimos serían sus enemigos naturales, entre los que destacará el hombre hasta el momento de la domesticación.

No faltan los expertos cualificados en este terreno ; abundan entre el profesorado de las escuelas de veterinaria. Sin embargo, son necesarias, unas cualificaciones que desbordan la experiencia del simple naturalista a la hora de adentrarse en una disciplina relativamente nueva, como es la historia del caballo desde su domesticación, la historia de su crianza y la de los pueblos que lo domaron. Sería deseable, que además del conocimiento del equino prehistórico, se tuviese cierta familiaridad con la equitación y las artes ecuestres, entre las que incluyen prácticas de tiro y de monta. Además se precisan algunos conocimientos sobre la vida militar y la agricultura, así como la construcción de carreteras, cuándo menos lo bastante para saber lo que es o no factible en el diseño de un vehículo. Por último son también necesarias nociones históricas acerca de los aspectos técnicos de la construcción naval en momentos y lugares cruciales, para poder determinar, por ejemplo, si en el año 200 a. C era visible el transporte de equinos a través de 125 millas de mar abierto.

Como ya comentábamos con anterioridad hasta la invención del ferrocarril , en menor medida, desde entonces, hasta el nacimiento del motor de explosión, cualquier varón de clase media normalmente capacitado sabía cómo persuadir a un caballo para que le llevase desde el punto A hasta el B de una forma u otra. Ser incapaz de hacerlo equivaldría hoy a no saber montar en bici.
En estos tiempos sin conocimiento de Darwin bastaba con recopilar las citas pertinentes de la biblia y los clásicos, ordenarlas debidamente, y ya se tenía el armazón del trabajo y vida cotidiana.

Quizá parezca sencillo montar a caballo, pero en realidad, no lo era tanto. Nadie tuvo en cuenta que el Antiguo Testamento iba dirigido para un pueblo para quien el caballo era tabú. Hasta los días de Salomón, dicho tabú era tan estricto como el que pesaba sobre los perros o los cerdos. El hebreo piadoso recordaba con respeto a los patriarcas que habían montado camellos y asnos, pero nunca caballos. Para él, el equino estaba indisolublemente asociado a los invasores extranjeros, asirios, egipcios o persas. Por consiguiente, el Antiguo Testamento es una fuente histórica que respira indiferencia ante el tema y poco puede decirnos al respecto antes del 900 a. C, época de que en cualquier caso existen ya muchos otros testimonios.

¿cuándo y dónde se domesticó al caballo?

No tenemos una respuesta inmediata a este interrogante porque no existe ese dato de forma concreta.
Todo lo que sabemos es que había ocurrido ya en el tercer milenio antes de Cristo y que, a medida de que se dispone de nuevos datos arqueológicos, la fecha se remonta aún más atrás, hacia los primeros siglos de dicho milenio.

La psicofisiología del caballo (parte 2. El oído)

2.EL OÍDO

El caballo tiene el oído muy fino debido a la constitución de sus orejas. Gracias a su gran movilidad, puede percibir sonidos provenientes de todas direcciones.

La posición de las orejas del caballo brinda al jinete una valiosa indicación sobre sus intenciones:
-Inclinadas hacia delante, indican que un ruido lo ha alertado y, así como cuando percibe algo por la vista, tiene tendencia a girar la cabeza en dirección en la que ha venido el ruido.
-Si se mueven de forma alternada, es señal de gran atención y de una confianza no menos grande.
-inclinadas hacia atrás es señal renuencia (excepto cuando el caballo corre con gran rapidez, en la llegada de una carrera por ejemplo)

El caballo también es capaz de identificar ciertos sonidos, como el que emite la trompa del cazador. Es por ello que la voz del jinete representa una valiosa ayuda en el adiestramiento; según su entonación, significa aprobación, seguida de una eventual recompensa , o reprobación, seguida de un castigo.

(SENTIDOS OLFATIVO Y GUSTATIVO)

Están también muy desarrollados: si se le añade a su alimento habitual una ínfima cantidad de algún producto oloroso, el caballo no comerá, por eso es tan difícil administrarle medicamentos por vía oral.
Al caballo le gusta mucho el azúcar, las zanahorias, las manzanas, las alcachofas y diversos tubérculos.
Esta glotonería nos permite a los jinetes utilizarlos como recompensa.

La psicofisiología del caballo (parte 1.El ojo)

La psicología equina está ligada a determinados caracteres fisiológicos, en particular a la vista y el oído. Si se ignoran estas particularidades, se corre el riesgo de que ciertas reacciones del cabalo resulten incomprensibles e incluso de que representen una fuente de conflictos para el jinete.

1.EL OJO:

Los ojos del caballo, contrariamente a los del hombre, están colocados lateralmente, lo que confiere al animal un campo de visión monocular muy amplio a cada lado.
Por el contrario, esta posición sólo permite un campo de visión binocular muy restringido (unos 30 grados aproximadamente): ahora bien; la visión binocular resulta necesaria para la apreciación de las distancias y para la evaluación del relieve de un objeto dado ( un obstáculo, por ejemplo).
El caballo puede percibir entonces un objeto situado detrás, mientras que el jinete no lo ve.

(amarillo claro:monocular/
amarillo oscuro: binocular)


Si dicho objeto intriga al caballo, para apreciarlo mejor lo hará entrar en su campo de visión binocular. Para ello, como mínimo doblará el cuello en esa dirección y cómo máximo desplazará todo su cuerpo. Para evitar esta reacción, se acostumbra a poner anteojeras a los caballos; en los de carreras, ocasionalmente, en los de tiro o enganche, sistemáticamente.

Es importante saber, además , que el caballo tiene una visión muy buena en una oscuridad relativa o absoluta. Aunque numerosos especialistas hayan asegurado que el caballo no distingue los colores, es evidente que reacciona ante ellos según su intensidad y vivacidad, en el salto de obstáculos un caballo suele superar mediocremente ciertos obstáculos debido a su color, en cambio, no parece distinguir bien el color blanco.

HISTORIA.El antecesor del caballo

Antes de que Darwin perfeccionase su teoría de la evolución, todo lo que los criadores de caballos sabían acerca de el origen de este animal era lo que se narraba en la historia de Noé y el Arca. Como conclusión lógica, la especie Equus caballus tenía un origen único. El mismo Darwin fue poco innovador a este respecto ; al intentar demostrar sus principios evolutivos y el origen de las especies por selección natural, aludió a los sucesivos antecesores de los equinos como si todos descendiesen de un linaje común.

La única teoría predarwiana que todavía merece alguna consideración es la de Hamilton Smith, quién postuló que Equus caballus procedía de una serie de especies salvajes. Creía que estas se diferenciaban principalmente por el color de la capa, lo que explicaría el amplio espectro de coloraciones actuales. Esta parte de su teoría, sin embargo, es indefendible a la luz de los conocimientos que poseemos hoy en día.

Cuando se descubrió el caballo de Przewalski en 1881, se le reconoció como el único antecesor de los caballos domésticos, con lo que se venía a apoyar, una vez más, la teoría del origen único.

A principios de siglo, esta teoría tan difundida comenzó a tambalearse gracias a los descubrimientos de J. Cossar Ewart, de Edimburgo. Dicho investigador efectuó una serie de experimentos de hibridación con équidos en Pennicuik, localidad cercana a la mencionada capital. Las conclusiones que obtuvo, junto con los resultados de su estudio sobre caballos y ponys `primitivos´de Gran Bretaña y otros países, se encuentran admirablemente recopiladas, en un artículo publicado en Nature.

Fue Ewart quién acuño la expresión `pony celta´ para designar una de las subespecies de equino salvaje antecesoras del caballo doméstico.
A otra subespecie norteña, mas vigorosa, la denominó caballo escandinavo o del norte. Clasificó a si mismo a otros antepasados, como el caballo salvaje de mongolia, Equus przewalskii, y dos de porte algo superior al de pony, una acarnerada y otro de perfil recto, a las que no dio nombre. No incluyó en una raza aparte los tipos de árabe y derivados creyendo que eran sólo los repreentantes más orientales del `cline´, cuyos ejemplares mas occidentales sería el Exmoor y el pony galés. De todo ello se deduce que Ewart creía que la distribución geográfica de estas razas era muy extensa y suponía que dos o mas de ellas coexistían en la misma región.

Todavía abundan los partidarios de la escuela que postula la existencia de un antepasado común, sobre todo entre los estudiosos de la psicología equina, ya sean profesionales o aficionados, que tratan de explicar el comportamiento de esto animales por referencia a las situaciones a que estuvo expuesto el antepasado salvaje. Siempre se trata de un mismo tipo de antecesor, que se alimentaba exclusivamente de yerba y habitaba en un inmensa pradera, sin montañas ni bosques visibles que  la delimitasen.

Desde nuestro punto de vista, los estudiosos de la prehistoria del caballo mas coherentes , lógicos y bien informados son los seguidores actuales de Ewart (ellos además cuentan con la ayuda de radiología y técnica de adaptación
por carbono 14.)

INTRODUCIMOS NUESTRO PROYECTO


Mi nombre es Andrea Izquierdo y gracias a un padre dedicado a la ganadería soy una gran afortunada observadora de estos mundos.
A pesar del contacto con otros animales,en especial el caballo es un animal que me ha criado a medias con mis progenitores enseñándome cosas cómo niña, que aún tengo presentes como adulta.

Cómo digo, la yeguada AR de más 30 años de experiencia me da la oportunidad de mostrar desde la experiencia este trato tanto a pequeños cómo a mayores en `La Finca de Calcetines´.

Intentaré presentar al caballo, con la ayuda de todas las herramientas que tengo a mano (véase libros, profesionales del sector o incluso los propios animales..), de una manera actual, sin perder el respeto que muchas veces se hace al tratarlo como simple ganado y sin perder de vista sus antecedentes
y su tradición histórica.

Su relación con el ser humano, su trato responsable, sus diferentes razas, consejos para jinetes; profesionales o aficionados.

Este blog intenta devolver la nobleza a tal animal mientras hace una gran labor en `La Finca de Calcetines´de aprendizaje para todas las edades sobre el medio natural y el caballo.

¿Qué sabes del caballo?
Uno de los hitos mas importantes en la historia del progreso humano es la domesticación del caballo que, según se cree, fue obra de las tribus que habitaban las orillas del mar Caspio, hace unos 500 años. En un principio, el caballo sólo revestía interés para estas gentes como una accesible fuente de carne y cuero para fabricar ropas y tiendas, y por sus excrementos que se podían utilizar como combustible, sin embargo transcurrido poco tiempo, históricamente hablando, antes de que adquiriese un papel preponderante como medio de transporte, comunicación, y sobre todo, de conquista.

Hace cuatro siglos, los conquistadores españoles que llegaron al Nuevo Mundo tras el descubrimiento reintrodujeron el caballo en el continente americano, dónde se había extinguido hacía miles de años por causas aún desconocidas. En el siglo XIX, América había dejado de ser un simple enclave colonial, para convertirse, gracias a los caballos, en una potencia mundial. Incuso a principios de nuestro siglo, gran parte de la economía mundial seguía dependiendo del trabajo de estos inestables animales.

En nuestros días el motor de explosión ha desplazado al caballo de sus actividades tradicionales de transporte e industria y, afortunadamente, de la guerra. Hoy es utilizado como un animal de recreo y es el eje de un deporte que disfruta de un creciente número de aficionados en todo el mundo.

Os lo contamos...